Robótica y comunicación
Electrónica, inteligencia artificial, ingeniería… El avance de estas disciplinas sitúan a la robótica como una de las áreas de la tecnología más relevantes y transformadoras para las empresas en los próximos años (The Economist).
Robots aéreos, industriales, para la salud o el ocio: aunque a menudo asociados al futuro, las posibilidades que la robótica nos ofrece hoy en la comunicación comercial son interesantes y a la vez abren apasionados debates.
Fascinación o efecto wow
Pocos dispositivos consiguen despertar más la atención de medios y asistentes que un robot en un evento, especialmente aquellos ingenios que intentan reproducir el movimiento del ser humano. Un robot dentro de una buena estrategia de comunicación puede ayudarte sin duda a conseguir notoriedad para tu producto o servicio pero, cuidado, no olvides que también puede eclipsarlo.
A menudo decimos en Neolabels que nos declaramos “agnósticos tecnológicos”. Curiosos por naturaleza, buscamos elegir la mejor opción para cada propuesta de servicio; el gran secreto es que la tecnología sea invisible para el usuario, es decir, cuida no sólo que al robot “no se le vean los cables” sino que esté al servicio de tus objetivos de comunicación.
Un servicio al cliente muy especial
Mide 120 centímetros y pesa 28 kilos. Se llama Pepper y Japón Nestlé lo ha elegido para apoyar a sus dependientes en sus tiendas de venta de máquinas de café. Y no son los únicos: en California, los almacenes Lowe están probando robots para mejorar su comunicación y servicio al cliente. ¿Cómo reaccionarán ante una reclamación del consumidor?
La identificación de emociones, el reconocimiento del usuario y sus necesidades protagonizan muchos de estos tests pero más allá de estas pruebas, parece claro que en los próximos años el foco en el servicio al cliente estará más en el análisis de datos y por tanto, en la inteligencia de negocio.
Superpoderes y algoritmos
La robótica nos da superpoderes. Nos permite transportar pesadas piezas en una fábrica, reparar un cable submarino o incluso llegar a Marte. Parece magia pero ni el robot más avanzado del mundo puede acercarse a las capacidades creativas de un ser humano. Como dice el hombre que vende más robots en España, “no son capacidades algorítmicas” así que una comunicación eficaz, una herramienta poderosa de transformación digital, seguirá siendo cosa de humanos y mucha tecnocreatividad, que diría mi buen amigo David. ¿No crees?