Cuando pienso en los cambios culturales que se avecinan, sonrío con un optimismo brutal, más tarde, esa sonrisa se convierte en una mueca, pues me pregunto si realmente somos conscientes y estamos preparados para asumirlos.
En las reuniones a las que asisto con clientes, se ha hablado hasta la saciedad del prosumer, pero pocas veces se ha hablado del “usuario apasionado”, del usuario creador. ¿Qué es para nosotros el usuario creador? Es, sin duda, el punto de partida de la innovación de las marcas.
Esta “inteligencia colectiva” es pura creatividad, hervidero de nuevas ideas, comienzo de nuevos productos y servicios que encajarán como un guante en las necesidades de nuestros clientes.
Muchas marcas insisten en hablar más alto que sus propios usuarios, incluso llegan a imitar su forma de “hablar” a través de los llamados “branded content”, cuando en realidad, sería más interesante poner un altavoz enorme a sus propios usuarios. ¿Para qué intentar parecer verdad si la verdad ya está hecha?
La red está llena de ideas geniales, y lo único que hay que hacer es darles protagonismo.
En las agencias tenemos un rol fundamental en ese cambio. Debemos comenzar a sustituir la slide de descripción del target, por las preguntas adecuadas que nos lleven a respuestas esclarecedoras. ¿Qué espera el usuario de nosotros?
En adelante, el mayor gesto de sabiduría consistirá en aceptar que no sabemos nada sobre el usuario, lo que piensa y lo que quiere. Lo más inteligente que podemos hacer es sentarnos “a tomar un café con él”, comenzar a entender y a innovar a partir de sus necesidades reales pero, sobretodo, de sus ideas.