Esta semana Las Vegas ha dejado a un lado los casinos para acoger la feria tecnológica de consumo más importante del mundo, el Consumer Electronic Show (CES). Un evento que arrancó el pasado martes y que finaliza hoy donde se han reunido más de 184.000 profesionales del sector para perfilar las tendencias que seguirá el mercado a lo largo del año.
Desde Neolabels hemos hecho un seguimiento de todo lo ocurrido en este evento para recoger y analizar los avances más destacados que prometen un futuro tecnológico y virtual ¿Preparados para afrontarlo?.
Por fin, usaremos el poder de la voz para controlarlo todo
Llevamos años oyendo de la asistencia por voz y, aunque parte de la sociedad aún se muestre reacia a su uso, ha llegado definitivamente a nuestras vidas. El éxito de Amazon con Alexa en el hogar es indiscutible, implantada en la mayoría de dispositivos, ha conseguido colarse en millones de casas estas Navidades. Pero Google ha llegado pisando fuerte con Google Assistant que, al igual que Alexa, se ha integrado en dispositivos de compañías como Sony o LG que cuentan con altavoces con pantalla táctil integrada o auriculares que una vez conectados al sistema bastará con tocar uno de ellos para parar una canción. Aunque ha habido otras grandes apuestas como Bixby de Samsung o HomePod de Apple, estas se han quedado bastante por detrás en innovación.
Nos moveremos en coches autónomos e incluso con reconocimiento facial
Esta última semana también nos han demostrado que en unos años los coches autónomos podrán ser operativos para todo el mundo como muestra Nvidia que se ha aliado con Uber y Volkswagen para presentar a Driver Xavier, un nuevo chip que incluye funciones como reconocimiento facial, asistentes virtuales y control de gestos. Pero la más arriesgada ha sido la empresa Lyft que ha decidido probar su sistema autónomo en la propia feria desplegando una línea de taxis autónomos por toda la ciudad que podían ser utilizados por cualquier persona.
Pero no sólo los coches personales vienen con autonomía sino que vehículos como el e-Palette de Toyota se ha presentado como “vehículo autónomo multiusos” con el que no sólo dispondremos de comida a domicilio sino que también está pensado como servicio de transporte.
Conviviremos en nuestra casa con robots casi humanos
Parecía algo imposible pero la mayoría de las compañías aun siguen apostando muy fuerte por los robots. LG fueron los primeros en presentar a CLOi, un robot que sirve para controlar las actividades domésticas de la casa y, aunque su puesta en escena tuvo una serie de fallos, CLOi promete ayudar con actividades como encender la lavadora o hacer la lista de la compra. Sony, por otro lado, sigue apostando por su perrito-robot Aibo, con un estilo y tecnología mucho más avanzada mientras que Honda propone robots bajo el concepto 3E: empatía, experiencia y empoderamiento para acercar los mismos a las personas.
La realidad aumentada y la realidad virtual serán parte de nuestro día a día
Ya no solo está enfocada en videojuegos sino que ha irrumpido en otros sectores como en el de la Salud con la propuesta de Samsung y sus gafas Reluminio, unas gafas inteligentes diseñadas para ayudar a las personas con discapacidad visual a ver imágenes con claridad o en nuestra vida diaria con las Mirage Solo de Google y Lenovo, gafas de realidad virtual independientes de cualquier dispositivo móvil.
Y, por último, viviremos en ciudades smart
Una vez se ha conseguido crear la “casa inteligente” el siguiente paso es la “ciudad inteligente”. Todo este despliegue tecnológico: el 5G, la IA, los vehículos tecnológicos y todo lo relacionado con el Internet de las Cosas ha ayudado que las smart cities pasen de ser una visión a una realidad con propuestas como la que ha presentado Deloitte o Bosch lo hacen cada vez más factible. La primera ve un futuro donde un montón de sensores trabajarán en conjunto para crear una ciudad más saludable, segura y eficiente donde un sensor pueda detectar la contaminación del agua al igual que otro detectar el sonido de un disparo y alertar a la policía. Bosch sigue la misma línea con sistemas como CLIMO, que mide la calidad del aire y un sistema de parking comunitario que detecta las plazas que estén vacías.
