Se dice, se comenta por redes, que los trabajadores pueden ser causa de verdaderas crisis de reputación de una empresa. Crisis de verdad, de las que hacen temblar los cimientos de una marca que se va gestando desde el interior de su cuerpo. Son crisis verdaderas porque siempre genera más credibilidad todo aquello que viene de dentro. Y lo que hay dentro de una empresa son sus empleados.
Si me dice un empleado que no compre, no lo hago, me fío. Si me dice que compre, puede que lo haga. Pero si me dice que es feliz en esa empresa, es un aliciente para comprar.
Hemos visto ejemplo de crisis de reputación en los canales digitales a causa de conductas o informaciones hechas por algunos trabajadores en sus perfiles. Hay casos más previsibles como el del ERE de Coca-cola, pero hay otros que se escapan como el caso de Domino´s Pizza y Subway en el que los empleados se apuntaron a publicar actos desagradables manipulando los productos comestibles que después comercializaban. También y más recientemente el empleado de la empresa de movilidad Uber en California que publicó un video quejándose de su pobre estado laboral al mismo CEO de la compañía. El video recogió más de 4 millones de visitas y fue motivo de noticia en medios en todo el mundo.
Sin ánimo de inculcar el miedo a nuestros lectores, los empleados no solo pueden generar la peor versión de una marca sino también la mejor. Lejos de invertir en paliar o detectar crisis de comunicación, estrategias de Employee Advocacy adecuadas pueden disparar la imagen positiva de la empresa a límites insospechados. Podemos echar un vistazo al perfil de Twitter de Ikea España y podemos observar la sintonía de la marca con sus empleados. No sólo por las iniciativas de la marca, sino por las interacciones que sus publicaciones obtienen por parte de sus trabajadores.
Pero no toda la imagen viene desde los perfiles de la empresa y su gestión con medios. Las publicaciones de los empleados sobre la empresa en la que trabajan en sus redes sociales afectan directamente a su comunidad, una red de amigos que gozan de su máxima confianza y que proporcionará una imagen más veraz. Esta información proyectada se escapa a la proporcionada por la empresa en sus perfiles oficiales.
¿Cómo poder gestionar esta información? Existen estrategias de Employee Advocacy diseñadas para saber que piensan los empleados por una parte y para ayudarles a que se informen de todo aquello que la empresa puede hacer por ellos y facilitar su difusión. Cuando la empresa es relativamente pequeña con gestiones tradicionales se puede conseguir. Pero, ¿y si hay tantos empleados que se hace prácticamente imposible mantener una relación digital estrecha?
Pues para ello existen soluciones que ayudan a la estrategia Employee Advocacy. Herramientas que permiten automatizar y gestionar la relación de la comunicación digital de la empresa con sus empleados. Como auténticos testers, los marengos hemos detectado dos soluciones muy parecidas para gestionar esta relación empleado-empresa.
- Una es Amplify de Hootsuite. Una herramienta que permite a la empresa y a sus empleados tener una relación de comunicación para un feed-back real. Mucho más completo que las newsletter internas o las cadenas de email. Incluso más eficaz desde el punto de vista práctico que los crms o chats internos. Esta solución permite discriminar la información relevante por tipo de empleado, departamento o región. Con una interfaz que facilita que los empleados estén interconectados, que propongan informaciones para publicar y compartir en todas las redes sociales. Hay muchos empleados que ni siquiera saben lo que hace la empresa de forma activa.
- Otra solución es Elevate de LinkedIn. Esta herramienta funciona muy bien si la mayoría de los empleados de una compañía son activos en esta red social. Permite tener a los empleados conectados y compartir información profesional relevante que beneficie tanto al capital humano como a la imagen de la empresa.
En definitiva, la gestión de la comunicación de los empleados respecto a la marca influye de manera contundente. La gestión de la información con los empleados y su compromiso con la empresa puede ser vital. Por tanto, buenas estrategias para facilitar la relación entre ambos, contribuirá de manera notable a la reputación de la empresa.
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