Parece una paradoja que en plena era digital y estando inmersos en un profundo proceso de transformación lo más importante no sea la tecnología, sino las personas. Porque sin ellas ningún tipo de cambio sería posible, y es que, ¿Qué entendemos por transformación digital? Es un cambio en el que se instalan nuevas formas de pensar, de actuar, de diseñar estrategias, de tomar decisiones y de asumir el liderazgo gracias a los recursos que la tecnología nos ofrece.
De lo que no hay duda es que lo digital ha llegado para quedarse y formar parte de nuestras vidas en eso que calificamos como “habitual”. Desde los departamentos de Recursos Humanos, el objetivo es impulsar y ayudar a la adaptación que suponen los nuevos retos de la era digital.
Existen aspectos claves a tener en cuenta en todo este proceso de transformación:
- Asumir que las personas son el eje fundamental sobre el que gira cualquier proceso de transformación. Esto nos exige tener más foco en los procesos, flexibilidad ante la resistencia al cambio y seguimiento de la adaptación.
- Una buena estrategia de transformación debe hacer partícipes a las personas que forman parte del proceso y en todas sus etapas, desde el principio, en el desarrollo y en las continúas actualizaciones que supone una nueva forma de realizar una tarea.
- Si lo anterior se realiza correctamente, se contará con el compromiso e implicación necesarias para que cualquier objetivo de la organización se consiga con éxito.
- Seguir apostando por algo cada vez más extendido y valorado por los empleados, el salario emocional, con políticas de reconocimiento (por ejemplo, los aniversarios de los empleados en la organización), de formación, de agilidad en la gestión de las peticiones… favorecer el buen clima laboral es el contexto más idóneo para que todos consideren la transformación digital como un proceso natural de supervivencia del negocio.
En definitiva, el cambio de mentalidad que conlleva el proceso de transformación digital tiene como objetivo llevar a la organización a la cultura de la innovación, de la reinvención constante, de la rápida adaptación a los cambios…. Una agilidad de respuesta que nos permitan ofrecer los productos o servicios que el mercado está demandando actualmente. Desde el departamento de Recursos Humanos no debemos olvidar nuestro rol de facilitar, reconocer y fidelizar el talento digital.
Finalizo el post con un vídeo en el que, con tono de humor, se hace evidente que la necesidad de adaptación a las nuevas tecnologías ha llegado para quedarse y encontrar el equilibrio entre los que lo han vivido de manera natural y los que tienen que adaptarse, es la clave para que todos hablemos el mismo idioma.
