Casi todas las instituciones actuales están dando signos de agotamiento. Tantas crisis no son solo económicas sino de inadaptación.
Estamos en un cambio de modelo. Casi todas las instituciones creadas en el modelo industrial en el siglo XIX están dando signos de agotamiento y de ineficacia en esta nueva etapa, en cierto modo empiezan a comportarse más como obstáculos más que como impulsores. Casi todos ellos viven una crisis de identidad, desde la educación pasando por las instituciones políticas, la prensa, la sanidad, la organización de las empresas, las relaciones de mercado… Tantas crisis no son solo económicas son sobre todo de inadaptación, de desajuste con las posibilidades que Internet y las nuevas tecnologías han puesto al alcance de los ciudadanos.
Este análisis no es mío sino de un autor de libros de referencia de esta nueva cultura digital, Don Tapscott, autor de Wikinomics (2006). En un articulo reciente enumeró cuales eran los cinco principios que iban a ser claves en la creación del nuevo modelo. Si tiene razón, nada funcionará bien si no es compatible con ellos, y eso aplica también a la comunicación.
Estos cinco principios son:
1.La colaboración (Wikipedia y todo el movimiento de software libre y Linux son ejemplo de ello)
2.La apertura y la transparencia. Crece la demanda política y social en este sentido y además la apertura de datos e información pública permitirán actuar a la “inteligencia colectiva” en la solución de los problemas comunes.
3.La interdependencia. Esto es, cada vez más, una sociedad Red (Castells), un mundo red. No podemos oír ninguna noticia del mundo hoy y suponer que no nos va a afectar de algún modo dadas las interconexiones de todo con todo.
4.La integridad. Los casos de corrupción no hacen sino mostrar hasta qué punto es necesario y cómo casi todas las instituciones políticas precisan un rediseño ético
5.Compartir la propiedad intelectual. La etapa para la que fue diseñada esta propiedad ha pasado pues estaba basada más en productos que en servicios que van a ser dominantes en esta etapa.
Al mismo tiempo Tapscott enumera los tres ejes del cambio y uno de ellos es la comunicación global que propicia Internet. No vamos a un mundo de menos comunicación sino de más, pero de otro modo. Descubrir ese modo es nuestra gran tarea de esta etapa. Los otros tres ejes del cambio son las nuevas generaciones, cuya incorporación al trabajo, etc cambiará poco a poco la cultura y organización de las empresas. Otro eje son las revoluciones sociales a través de las redes que ya han mostrado su capacidad de movilizar energía, aunque no de crear estructuras de participación eficaces, todo hay que decirlo, y finalmente los emprendedores, esa fuerza empresarial basada en la innovación y el espíritu de empresa que siempre es el modo más eficaz que conocemos de alcanzar fines económicos y sociales en el caso del emprendimiento social.
Contra la tentación a recrearnos en historias gloriosas del pasado para resistirnos a cambiar yo siempre tengo como antídoto en mente una frase del dirigente indio Nehru que dice : “No se puede cambiar el curso de la historia a base de cambiar los retratos colgados en la pared”.