¿Estamos ante el fin del dinero en efectivo?

Contactless, cashless, son términos con los que cada vez estamos más familiarizados y es que, la mejora económica, la subida de comisiones en los cajeros y el auge de nuevas tecnologías (en concreto las innovaciones aplicadas a los métodos de pago) nos están llevando paulatinamente a la extinción del dinero en efectivo.

Cada vez nos desprendemos más de los billetes y las monedas sin darnos cuenta realizando pagos con tarjetas, móvil, con pulseras en los festivales, etc.

Los datos revelaron que en 2016, por primera vez,  el pago con tarjeta en los comercios superó la retirada de efectivo de los cajeros, 124.406 millones frente a 118.275 millones de euros.

El efectivo lleva el mismo rumbo en cuanto a digitalización que llevaban hace unos años las fotos, las películas, la música, pero es difícil imaginarnos un mundo sin cash. Sobre todo en España, que sigue retrasada en el uso de medios de pago respecto a la Unión Europea “tanto en volúmenes totales como en importes per cápita”, apunta el Banco de España. Sin embargo, existe una tendencia clara a reducir el uso de dinero en metálico.

Al contrario sucede en países como Suecia, que es uno de los que menos utiliza dinero en metálico de todo el mundo. La proporción de pagos en efectivo en tiendas cayó del 40% en 2010 al 15% en 2016, según el Banco Central de Suecia. Dos tercios de los consumidores afirman poder manejarse completamente sin dinero en metálico, y aseguran utilizar la tarjeta incluso para pagos menores de 10 euros. Además es habitual encontrar carteles en establecimientos que digan “no se admite efectivo”.

El uso de las tarjetas de crédito y las operaciones mediante la banca online nos aportan numerosas ventajas. Estamos hablando de una forma muy fácil de acceder a nuestro dinero en cualquier momento y cada vez es más común que la gente realice operaciones y compre por Internet sin necesidad de ir al banco para sacar dinero en efectivo.

Otro beneficio a tener en cuenta es la protección contra el robo. Si nos sustraen la cartera con dinero en metálico, la posibilidad de recuperarlo es nula, pero si en lugar de eso, nos roban la tarjeta, el coste sería mucho menor gracias al seguro de protección que ofrecen los bancos.

Las entidades bancarias ponen a nuestra disposición facilidades y ventajas para realizar compras con la tarjeta de crédito y no con dinero en efectivo. Por ejemplo, algunas te devuelven un 3% de la compra realizada u ofrecen descuentos en gasolina o en la cesta de la compra mensual.

Aunque para muchos sea la forma más cómoda de manejar el dinero, existe un colectivo en concreto al que le supone un problema: la gente mayor. Los mayores están más acostumbrados a pagar en efectivo y muchas veces no disponen de tarjeta ni mucho menos de nuevas tecnologías para hacer pagos. Aquí entra en juego un papel muy importante en nuestra sociedad. Mediante la comunicación, las consultoras como Neolabels podemos ayudar a empresas y clientes a encontrar la mejor vía para coexistir para que poco a poco se puedan adaptar a nuevos entornos tecnológicos.

Podríamos decir que todavía en España nos quedan unos años de convivencia con el dinero metálico pero los datos apuntan a un mayor uso del pago electrónico y los avances tecnológicos empujan con fuerza.

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