Presente y futuro: el primer Viernes Inspirador del año en Neolabels ha contado con la presencia de Pedro José Diezma, CEO de Zerintia Technologies y uno de los mayores expertos en Europa y Latinoamérica en wearables.
Se estima que en 7 años llevaremos 7 dispositivos encima no como elementos nuevos, sino como parte de objetos que ya usamos ahora. ¿Un ordenador dentro de un botón? Quizás. Lo que parece claro es que estaremos todavía más conectados. La nanotecnología y la construcción de servicios alrededor del Internet de las Cosas son algunas de las claves que nos da este experto.
¿Cuál es la situación actual y las perspectivas cercanas?
Son multitud los dispositivos que surgen y los constantes cambios que se producen en ellos. El repentino parón de las Google Glass para mejorar algunos de sus aspectos, el lanzamiento inesperado de las Hololens de Microsoft o la pulsera MYO son sólo algunos ejemplos. Además, no cesa la generación de patentes de todo tipo incorporados en objetos como botones, lentillas e incluso pelucas.
En relación a las perspectivas, está claro que no van a sobrevivir todos los dispositivos, pero las previsiones son buenas: comenzaremos a pasar del Internet of Things al Internet of Everything.
Los dispositivos tienden a “miniaturizarse”. La clave de los wearables es que la tecnología llegue a ser invisible, por lo que la gran revolución wearable llegará con la aplicación de la nanotecnología que, con su gran potencial, de aquí a una década resolverá problemas de tamaño y batería.
Para algunos de los próximos avances podemos poner incluso fecha, porque se cree que el killer device que romperá el sector aparecerá en 2015: se espera que en marzo de este año el 10% de usuarios de iPhone 6 adquiera un Apple Watch, casi 60 millones de personas a nivel mundial.
¿Cómo se enfoca la privacidad del usuario con la generación de Big Data?
Muchos dispositivos tienen medidas restrictivas de acceso y ya se trabaja en la creación de plataformas cerradas y seguras, aunque sea difícil garantizar esta seguridad al 100%. Se están desarrollando parámetros a nivel europeo para desarrolladores, aunque sí es cierto que será necesario adoptar un marco regulador internacional que responda antes este nuevo panorama.
¿Pueden los wearables cumplir funciones sociales?
La tecnología wearable nos permite ir más allá de nuestras capacidades y conocernos a nosotros mismos, pero también conectarnos con los demás. Ya existen dispositivos para servicios de urgencia sanitaria, control de cámaras que pueden ayudar en rescates o incluso un chaleco que reproduce la presión del abrazo de un padre a su hijo a distancia con sólo pulsar un botón. La buena aplicación de la tecnología nos acerca y constituye una mejora para la sociedad.
Se espera que todo esto vaya a más. Todavía estamos en pleno proceso y sólo hemos alcanzado un 3% del potencial de esta tecnología, por ello quizás todavía es cara la implantación en países en vías de desarrollo.
¿Son necesarios grandes presupuestos?
Seamos sinceros: nada de esto es especialmente barato. Sin embargo, gracias a los avances en la tecnología y a los datos que genera, se estás optimizando los recursos y los precios descenderán en los próximos años. Es un proceso natural, no olvidemos que en un principio los teléfonos móviles también fueron artículos de lujo.
¿Cuál es la previsión de penetración?
Con varios de estos dispositivos prácticamente no habrá curva de aprendizaje, porque sólo son evoluciones de algunos que ya usamos ahora y no se necesitan nuevas capacidades para conocer su funcionamiento. Tenemos el dato de la previsión del 10% del Apple Watch, pero por ahora no hay nada seguro. Las revoluciones pueden ocurrir en pocos meses.
¿Cuáles son las oportunidades de esta nueva tecnología?
Un dispositivo puede revolucionar un sector, pero su verdadero potencial está en tres puntos importantes: la integración entre dispositivos, la posibilidad de conectarse a nuestros sistemas actuales y la construcción de servicios que se generen en torno a estos dispositivos.
No se trata sólo de gafas, relojes o pulseras. Cada dispositivo tendrá muchas más posibilidades. Se van a crear nuevos caminos de comunicación y con ellos auténticas oportunidades y aplicaciones en la empresa que podremos aprovechar.