El lenguaje es el que posibilita el entendimiento entre las personas y la transmisión de ideas. Pero para que esto ocurra hemos de compartir con nuestro interlocutor los códigos por los que cada lenguaje designa los objetos, su cualidades y la relación entre los mismos.
En este sentido “lo digital” es ya más que solo tecnología, hoy es ya un tipo de lenguaje, con estética, valores, significados y soportes específicos. Por eso encabezamos este post con una pregunta que nos parece muy acertada para esta etapa de desarrollo: ¿hablas digital?
En el léxico digital hay un lenguaje básico tecnológico, pero también hay uno muy importante relacionado con las actitudes, los valores de un cultura y una economía digital. Con el lenguaje empresarial clásico no sería posible traducir iniciativas de economía colaborativa, o de innovación abierta, simplemente no se entenderían.
Hemos de ampliar nuestro léxico y nuestra semántica si queremos hablar el lenguaje digital. Y esto abarcará todos los aspectos de la vida de las empresas pues no hay ninguna ni ningún sector económico que vaya a quedar ajeno al impacto de lo digital.
A medida que las diferentes generaciones se mezclan en las empresas las tensiones de usar diversos lenguajes y tener diferentes visiones del mundo crean y crearán una dinámica de cambio inevitable. Este artículo hace una reflexión muy interesante sobre la convivencias de tres generaciones hoy en la empresas: la de los Baby Boomers (en retirada, pero al frente todavía de la mayor parte de las mismas), la Generación X (la más numerosa en trabajadores) y la Generación Y o Milennials (la que se incorpora y la que mejor habla el “lenguaje digital” pues es su lenguaje nativo).
La transformación digital de las empresas es inevitable para adecuarse al mundo actual, tanto a los mercados, a los consumidores y a los trabajadores de esta nueva etapa. Para hacer esta transformación digital hay que hablar el “lenguaje digital”.
Si eres de los que todavía te preguntas por qué tantas personas pierden tanto tiempo escribiendo en un blog, subiendo vídeos a Youtube, relacionándose en las redes sociales, por qué hay que molestarse en leer lo que otros dicen de tu empresa en foros o en Facebook y no estar trabajando en los mensajes para tu nuevo anuncio de televisión; o si no te molesta que tu web esté llena de texto y de pdfs en vez de vídeos e imágenes, es que no hablas digital, ya no hablas el lenguaje de tu tiempo y el mundo se te irá haciendo cada vez más incomprensible.
Por eso ser digital hoy en día no consiste en trasladar los informes, memorias anuales, descripciones de producto, tal como las teníamos, a los nuevos soportes digitales. Con esta incomprensión de lo digital, vemos todavía multitud de webs con largos textos y complejos lenguajes que nos recuerdan a estéticas y códigos antiguados, y para estar mal, es casi es mejor no estar.
Por eso, cada vez que no comprendas algo que ocurra a tu alrededor, piensa si no está codificado en un lenguaje que no conoces y apréndelo o acéptalo y apártate para no ser un obstáculo.
Tenemos hoy un gran trabajo por delante en las empresas que es traducir la información que actualmente está con los viejos códigos a los nuevos códigos de comunicación del lenguaje digital, el riesgo de no hacerlo es que seamos ignorados en este nuevo y apasionante continente digital.
Como decía acertadamente el escritor cubano Alejo Carpentier “Los mundos nuevos deben ser vividos antes de ser explicados” ¡Vive lo digital, habla el lenguaje digital!