Recientemente nos hemos encontrado con la noticia de que Google Play Store ha alcanzado las 700.000 aplicaciones. Este dato no sería relevante si no mencionásemos a su competidor, Apple, al que ha igualado en número de aplicaciones.
¿Cuántas de estas apps realmente tienen una utilidad, responden a una necesidad o simplemente tienen sentido? ¿Cuántas de estas apps se van a convertir en nuestras love apps?
Charmin, una marca de papel higiénico, se hizo estas preguntas y creó Sit or squat una red social basada en una necesidad universal: ir al baño. Descubrió la utilidad que podía ofrecer a sus clientes, encontrar un baño cuando lo necesitas, en cualquier momento y en cualquier lugar, algo propio de los dispositivos móviles.
Por difícil que pueda parecer, debemos buscar esa necesidad u oportunidad de ofrecer a los usuarios algo útil, que comunique y nos ayude a crear una relación de valor porque queremos ser una de las love apps.
Una utilidad nativa de los dispositivos móviles que sea propia de su entorno y por ello tenga sentido en ese contexto. Apropiándote de una utilidad que solo tu marca podría ofrecer.
Estamos viviendo el boom de las aplicaciones y las empresas sienten la necesidad de no perderse esta fiesta. Por ello, cuando un cliente nos pida una aplicación debemos reflexionar y hacernos una serie de preguntas. ¿Cuáles son los objetivos de esta aplicación? ¿Quién es el público? ¿Es necesario crear una app para cumplir los objetivos fijados? ¿Qué puede aportar la marca al usuario? ¿Cómo puede impactar en su negocio?
En definitiva, hay una gran oportunidad de acercarse a los usuarios a través de los contenidos y la utilidad.