A lo largo del tiempo las empresas se han inventado diferentes herramientas para entrar en comunicación con sus clientes. Hemos visto en los últimos años extraños intentos para obtener una opinión real de nuestros clientes sobre los productos y servicios, como por ejemplo, las encuestas para los clientes de hoteles que dejan en las mesitas de noche de la habitación, las llamadas de las operadoras de telefonía después de haber tenido alguna incidencia con ellos, los correos electrónicos para conseguir algún tipo de contestación por parte de sus clientes…
Todos estos intentos de entrar en contacto directo con los usuarios finales, en muchas ocasiones no son nada más que el cumplimiento de expediente de una normativa interna de calidad. Y en muchas ocasiones son percibidos como molestos.
Sin embargo opino que no hay nada más valioso que la opinión real de nuestra clientela. Sus expectativas establecen la base de nuestros avances y adaptaciones hacia el éxito actual y futuro.
“Las redes nos aportan una imagen más fiel de lo que se percibe de nosotros en el mercado… Nos permiten reaccionar de una forma inmediata. Esto va en provecho del cliente y en consecuencia para nosotros”.
Creo en las redes sociales como una vía de comunicación abierta, trasparente y bidireccional que nos permite reaccionar de una forma inmediata a todo tipo de tendencias. Esto va en provecho del cliente y en consecuencia para nosotros. Este gran potencial nos exige más flexibilidad y rapidez de reacción, pero a su vez nos aporta una imagen más fiel de lo que se percibe de nosotros en el mercado.